Arnedo y Calleja denuncian el terror y señalan la credibilidad como arma
MADRID. José María Calleja, director del programa «A debate», de CNN+, denunciaba, al comienzo de su intervención, que en el País Vasco «tenemos miedo. Es un ingrediente más de la vida cotidiana. Trabajar allí con escolta policial se ha convertido en un elemento más del paisaje». Pero, por encima de todo, emerge la verdad. En ese sentido, Calleja subrayó que la obligación de todo periodista es contar la verdad, «aunque sea complicada y tenga muchos matices». Esa verdad hay que contarla «con destreza profesional y con sensibilidad». El periodista tiene que estar en continua tensión informativa. Su obligación es contar lo que pasa a su alrededor de forma transparente e inteligible, porque «la realidad es la fuente de información número uno».
Luego rindió un emotivo homenaje a las víctimas de las que nadie se acuerda. «Hoy en día nos «acusan» de ser beligerantes contra ETA. Es decir, uno puede ser beligerante contra la OTAN, contra la guerra de Irak y está mal visto ser beligerante contra los asesinos. El terrorismo es una mezcla de publicidad más miedo, de márketing más miedo. Durante mucho tiempo, en el País Vasco hemos informado desde el punto de vista del que mataba y las víctimas han sido víctimas del paisaje».
Calleja señaló que hay gente que todavía no sabe lo que pasa en el País Vasco: «Existe un discurso político que pretende el exterminio del otro. Se nos insulta tildándonos de la «Brunete mediática» y el otro día el señor Ibarreche habló del «Gal mediático». Los asesinos vienen de ahí. Están educados en el odio... Hay que decirlo bien a las claras: en una parte de España hay periodistas que no pueden ejercer su profesión libremente», concluyó.
Por su parte, el director de «El Correo», Ángel Arnedo, habló de la libertad y el autocontrol desde un elemento clave en todo periodista: la credibilidad. En este sentido coincidió con Fernando R. Lafuente en subrayar que el único activo que tiene todo aquel que escribe, narra o relata hechos es la credibilidad: «Es nuestro único patrimonio». Arnedo habló de dos grandes problemas que preocupan a los medios de comunicación: los que se derivan de la aplicación de las leyes y los asuntos que se encuentran en el filo mismo de la ley: «En el primer caso hablamos de una situación que se caracteriza por la tensión permanente y en ese sentido debemos luchar cada día por ampliar los espacios de libertad. Una máxima, un axioma del buen periodista -matizó Arnedo- es dejar que los hechos hablen por sí mismos». Enseguida señaló que hay que denunciar la salvajada del terror «y hay que hacerlo con amplitud, nunca silenciándolo». «La credibilidad y el rigor son los mayores activos de un periódico», recalcó.
Arnedo confesó que, como director de un gran periódico, le preocupan más los casos en los que los afectados no son poderosos: «En el caso de los niños, debemos extremar en nuestros diarios las precauciones mucho más allá de lo que marca la ley. Hay que tener un cuidado exquisito con las imágenes de los menores en los medios de comunicación». «¿Qué decir de ese asalto a las familias de las víctimas del terrorismo?», se preguntó el periodista. Y respondió: «Creo que estaría bien que renunciásemos a esas exhibiciones de dolor», enlazando con una sugerencia que momentos antes hizo Calleja a los jóvenes periodistas: «Jamás le preguntéis a una víctima del terrorismo cosas del estilo de «¿qué le diría usted a los asesinos de su padre? o «¿cómo valora usted el funeral?»».
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