En ocasiones, usar frases hechas puede significar falta de ingenio; pero otras veces es la manera más precisa de definir una situación. En Valencia, la expresión "arrimar el hombro" pertenece, desde el 29 de octubre de 2024, a esta segunda categoría.
La dana que aquel día se llevó por delante vidas, casas, recuerdos y pueblos especialmente en la Comunidad Valenciana movilizó tanto a personas como agentes sociales que sólo preguntaban cómo podían ayudar. Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Protección Civil, voluntarios, ONG, empresas...
Las prioridades estaban claras: lo fundamental era recuperar el día a día o, al menos, intentarlo. Pero es cierto que la reconstrucción debe ir (y va a ir) más allá. Se van a necesitar soluciones para problemas actuales y futuros, y para encontrarlas será necesaria la participación (ese "arrimar el hombro") de todo el que tenga algo que ofrecer.
Startups y scaleups entran dentro de ese ecosistema de actores que pueden poner su ingenio a trabajar para contribuir a la reconstrucción. Sin embargo, a veces no es suficiente una buena idea, sino que se necesita financiación para llevarla a cabo. Por eso, Banco Santander ha lanzado el pasado diciembre y hasta el 3 de febrero el Desafío DANA: innovar para recuperar.
El objetivo es que tanto startups como scaleups españolas presenten soluciones innovadoras y disruptivas (que estén en fase de aceleración a nivel nacional) en seis áreas concretas. Infraestructuras e ingeniería, para contribuir a la recuperación de carreteras o sistemas de agua potable, entre otras; arquitectura, para todo lo que tiene que ver con la rehabilitación de edificios; logística, por la necesidad de agilizar la movilización de recursos y su almacenamiento; salud, orientado a ofrecer soporte emocional y psicológico; educación, buscando innovaciones tecnológicas para aprendizajes a distancia, y seguridad, para implantar soluciones que permitan proteger a las personas, por supuesto, pero también otros bienes.
De entre todas las propuestas recibidas, Banco Santander seleccionará dos y destinará 30.000 euros a cada una para desarrollar y poner en marcha su proyecto de recuperación.
Reconstruir no significa sólo volver a lo que era, sino crear algo más fuerte. Es inevitable que el golpe de la dana siga doliendo durante mucho tiempo, pero cuando se trata de superar desafíos, el ingenio, la innovación y el esfuerzo colectivo siempre encuentran el camino.