Tradición

Así son las bodegas de Galicia ocultas entre cuevas que buscan ser patrimonio cultural

Las Covas de Seadur, en Ourense, conservan una tradición vinícola con siglos de historia y han iniciado el camino para ser declaradas BIC

Cueva bodega en Valdeorras.
Cueva bodega en Valdeorras. Turismo de Ourense

Bajo la tierra de Seadur, en el municipio ourensano de Larouco, se esconde un tesoro vinícola que ha resistido al paso del tiempo y del olvido. Son unas bodegas alojadas entre cuevas, una mezcla de lodo y tierra que transpira fermento y humedad; un conjunto de 81 excavaciones en la roca en las que ya se elaboraba y conservaba el vino antes de la llegada de los romanos.

Un relato de siglos que ha permitido que, en estas cavidades subterráneas, al tiempo que se fermenta el mencía o el godello de Valdeorras, se cuenten también historias de otra época, se canten coplas y se viva la tradición de un modo intenso y diferente. Bajo este prisma, la Xunta de Galicia ha iniciado el proceso para declararlas Bien de Interés Cultural (BIC), un reconocimiento que garantizará la protección de este patrimonio único y su pervivencia para las futuras generaciones.

El vino y la memoria

Las Covas de Seadur han sido testigo de diferentes épocas históricas. Desde el paso de los romanos, que ya cultivaban viñedos en la zona, hasta la Guerra de la Independencia contra los franceses, dejando cicatrices en forma de agujeros de bala en los troncos de árboles cercanos.

Estas bodegas también juegan un papel relevante en la economía, la de ahora y la de entonces, cuando los campesinos de Seadur abrían sus puertas a los viajeros que se dirigían a las ferias del valle, ofreciéndoles un trago de su bien más preciado: el vino.

A día de hoy, la tradición se mantiene. Es habitual ver a vecinos y visitantes reunidos en las cuevas, compartiendo historias entre copas de buen vino, en un ambiente que retrotrae a otros tiempos y otros siglos.

Ahora, el proceso para declarar las bodegas Bien de Interés Cultural ha dado su primer paso con la publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG) de la resolución de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, en la que se acuerda iniciar el expediente de protección en la categoría de lugar de valor etnológico, con el nivel de protección integral.

Esto implica que, a partir de este momento, cualquier intervención en la zona deberá contar con la autorización de la Consellería de Cultura, quedan suspendidas las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición que pudieran afectar al conjunto de bodegas.

El procedimiento deberá resolverse en un máximo de 24 meses, o el régimen de protección quedará sin efecto. Durante este período, se abre un plazo de información pública para que cualquier persona interesada pueda presentar alegaciones.

Entre el vino y el ocio

En la actualidad, las bodegas de Seadur cumplen una doble función. Muchas de ellas siguen utilizándose para labores vitivinícolas, albergando los vinos elaborados con las uvas cosechadas en los viñedos cercanos. Otras han evolucionado hacia un uso más social, convirtiéndose en espacios de encuentro para los vecinos, donde se organizan reuniones, celebraciones y catas.