The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue considerado como el mejor juego en los Game Awards 2017 y no podría ser de otra manera, sobre todo si a través de los distintos logros entreverados en una trama épica se encuentra una recompensa un tanto peculiar. Si has recolectado todas las semillas Korok, sabes de qué estoy hablando.
Sí, me refiero a ese pastelito de mierda dorado que es el regalo de Hestu. Y es que en entrevista para IGN, Hidemaro Fujibayashi, director del juego, deja claro que se trata de un pedazo de popó:
“Sólo pensamos que sería divertido hacer de ello una gran broma”.
Para el director, esta broma es un respiro frente a la proeza que implica reunir las 900 semillas Korok a lo largo del juego. Además, Fujibayashi confesó que las “semillas” Korok no son realmente semillas:
“Solamente es el trasfondo, del tipo de cosas que están ocultas en el juego, pero la verdad es que las semillas son, en realidad, caca de Korok”.
Si todavía no juntas todas las semillas Korok y, luego de estas declaraciones del director del juego, prefieres no recolectarlas, lo entendemos perfectamente.