Como hace poco con hiciese con el Jimny, Suzuki pone ahora al día su 4x4 cumbre, el Grand Vitara. Se trata en todo caso de una actualización somera, con cambios que vienen a mejorar un producto anteriormente restylizado en 2008 y que fundamentalmente se centran en la parcela estética, responsable en buena medida de mantener el vigor comercial del modelo japonés.
Las mejoras se centran en la vista frontal, donde varían el paragolpes (y las entras de aire) y la parrilla. Por su parte, las llantas de 17 ó 18 pulgadas, según variantes, son ahora de nuevo diseño. También el habitáculo del Grand Vitara se beneficia de esta ligera “cura de juventud”, y así por ejemplo recibe tapizados de nuevo cuño.
Por motores, el 4x4 más exclusivo de Suzuki se sirve del turbodiésel de 129 CV y de los gasolina aspirados de 106 y 169 CV, el último sólo en la carrocería de 5 puertas asociado a cajas de cambio manual o automática (ésta como extra).
El Grand Vitara mantiene, eso sí, una excelente aptitud campera fruto de su eficaz tracción total permanente, de serie en todas las variantes. Este dispositivo incluye diferencial central bloqueable y caja transfer de reducción, compendio que le permite superar verdaderas “trampas” cuando se aleja del asfalto y las cosas se complican.
