- Política Mazón pacta con Vox desbloquear los presupuestos con cesiones en inmigración: se fortalece ante Génova mientras carga contra Sánchez
- Política Las claves del pacto con Vox que da oxígeno a Mazón: el PP no ve "cuestiones ideológicas" y la izquierda denuncia "racismo y negacionismo"
«He comprometido mi acción política a la recuperación. Es un buen acuerdo y damos un paso adelante para la reconstrucción». Carlos Mazón anunció ayer en las Cortes Valencianas un pacto con Vox que proporciona un «marco sólido, estable y de trabajo» para aprobar los presupuestos de la Generalitat de 2025 y conseguir un «plan de impulso» que le dé oxígeno político con el que tratar de acabar la legislatura ante los movimientos internos que piden su relevo y el ruido externo de la oposición, PSOE y Compromís.
Lo armó haciendo concesiones en políticas migratorias y medioambientales incluso en el lenguaje, pero con el completo aval y la supervisión de Génova porque, asegura, no chocan con los principios del partido. Se trata de un acuerdo que desbloquea el futuro de la Comunidad Valenciana, defienden, para avanzar en la recuperación y desgastar al Gobierno de España, algo que también es del agrado de Abascal.
Vox se siente ganador, porque entiende que recupera buena parte de la fuerza que perdió con su salida del Consell el pasado mes de julio. Para Mazón, sacar adelante los presupuestos supone ganar tiempo para recuperar el proyecto político que se llevó la riada. Con las cuentas aprobadas y la vía judicial paralizada en torno a la figura del presidente por su condición de aforado, entienden que «hay proyecto» y, por tanto, legislatura.
El líder de los populares valencianos lleva «semanas» pergeñando este pacto desde la más absoluta discreción, incluso cuando se deslizaba que una prórroga presupuestaria era asumible. Hasta en tres ocasiones había estado cerca el sí de Vox a las cuentas del Consell y se había aprobado un calendario parlamentario, pero no se cerraba el acuerdo. No fue hasta el viernes cuando todo estuvo listo. Mazón, con un único acto oficial en Elche ese día, recibió el visto bueno para anunciarlo este lunes.
Las conversaciones con la cúpula de su partido y con la dirección nacional de Vox, que envió a Monserrat Lluis a poner orden también en el Ayuntamiento de Valencia, culminaron con el presidente anunciando que la Comunidad Valenciana «tiene un problema con la inmigración ilegal» y que no admitirá «más repartos de la inmigración ilegal». «Buscaremos la fórmula legal para que los menores no acompañados vuelvan a sus padres y familias», aseguró tras «coincidir con Vox en su rechazo a su política migratoria» del Gobierno de Sánchez y anunciar que buscarán un marco para «agilizar con urgencia las expulsiones de los inmigrantes ilegales».
También respondió a una de las reivindicaciones de Vox tras la dana: la falta de seguridad en los días posteriores a la riada. Por eso Mazón pedirá a la Delegación del Gobierno «que haga público el dato total de las personas detenidas por pillaje» y también «el dato relativo al país del cual sean nacionales». Desde el PP, esta postura se considera «totalmente consecuente con lo que hemos defendido en el acuerdo de Canarias», mientras que Abascal elogió a Mazón: «Esa es la dirección correcta: enfrentarse sin complejos al Pacto Verde y a las políticas que favorecen la inmigración ilegal. Felicito al señor Mazón por el valor de denunciarlo públicamente. Tengo la seguridad de que con ese rumbo la Comunidad Valenciana tendrá los presupuestos que necesita para la reconstrucción».
Las políticas verdes fueron otra de las concesiones. Mazón se mostró en contra del Pacto Verde europeo, «que afecta al sector primario y a la industria» y consideró inaceptable la «agenda ambientalista» que ha paralizado obras de encauzamiento de los barrancos. «La protección del medio ambiente es objetivo de este Consell, pero no puede traducirse en que las infraestructuras para proteger a la población se frenen por los postulados climáticos más extremistas. Las lluvias que provocaron la dana del 29 de octubre no las podíamos evitar, pero la riada, sí», aseveró el presidente, que se encontró con que, desde el grupo parlamentario en las Cortes Valencianas, Vox hizo público un listado de 24 prioridades que debían incluirse en los presupuestos, entre las que están el recorte de subvenciones a ONG que trabajan con migrantes, sindicatos y organizaciones por la igualdad, la Academia Valenciana de la Lengua o el recorte de un 40% de los fondos destinados a cooperación.
Mazón, como tras las elecciones autonómicas de 2023 y pese a su debilidad o a causa de ella, ha sido el primer barón autonómico en cerrar un acuerdo para sacar adelante la Ley de Presupuestos. Y es que, pese a haber sido pionero en llevar a Vox a un gobierno y también en sacarlo en julio, la relación con su socio preferente ha sido buena y los rifirrafes en las Cortes mínimos. De hecho, se puede resumir en uno en los últimos cuatro meses: la elección del vicepresidente segundo para la Recuperación, Francisco Gan Pampols. La formación de Abascal ha sido muy crítica con el teniente general, al que ha acusado desde la tribuna de las Cortes de ser «un infiltrado de Sánchez» y que no acompañó a Mazón en este anuncio.
De hecho, Vox reclama trabajar en un «plan conjunto» de reconstrucción con la Generalitat y en la «distribución de recursos». De todos los decretos ley dana propuestos por el Consell, los únicos portazos de Vox han sido a los de Gan Pampols. El primero el que contenía como disposición adicional la eliminación del tope salarial a los altos cargos -lo que permitía adaptar el sueldo del ex teniente general al que percibía como jubilado del Ejército- punto muy contestado que fue eliminado antes de llegar al trámite de la votación parlamentaria. El segundo fue un revés en toda regla de la formación ultra al vicepresidente al tumbar el decreto que preveía la creación de una Comisión Interdepartamental para el Seguimiento y Coordinación de la Postemergencia DANA 2024. Sólo el PP votó a favor y no salió adelante.
En lo que sí coinciden PP y Vox es en señalar, cada vez con más vehemencia, la responsabilidad del Gobierno de Sánchez. «No habrá reconstrucción rápida sin ayudas. La indolente respuesta del Gobierno resulta incomprensible, insuficiente y desalentadora. No hay respuesta a la altura», dijo Mazón. Mientras, la izquierda critica este nuevo pacto que califica de «racista y negacionista».
El PSOE, con Diana Morant al frente, insiste en pedir elecciones: «La única solución a la indignidad de Carlos Mazón y su pacto de la vergüenza, es la convocatoria electoral». Joan Baldoví (Compromís) ve a Mazón como un «cadáver político arrastrándose ante la extrema derecha para salvarse».